Skip to main content

Comisionado Residente recuerda a Ronny Jarabo como 'orador brillante y defensor de la democracia'

July 2, 2025

'Que su legado no sea solo un recuerdo, sino una fuerza que nos inspire'

SAN JUAN, P.R. – En ocasión de los actos fúnebres del expresidente cameral José Ronaldo “Ronny” Jarabo, el Comisionado Residente en Washington, Hon. Pablo José Hernández Rivera, rinde homenaje a su legado mediante un mensaje que comparte al pueblo de Puerto Rico.

“Hoy despedimos a un hijo de esta patria, a un orador brillante, a un parlamentario agudo, a un defensor valiente de la democracia puertorriqueña: José Ronaldo Jarabo, o como muchos lo conocimos, Ronny.

Ronny empezó su activismo en tiempos difíciles—el cuatrienio de 1969 a 1972. El PPD acababa de perder por primera vez las elecciones, y Ronny fue de los muchos jóvenes que se abrieron paso para renovar la institución.  A sus 25 años, fue uno de los jóvenes que organizaron la marcha del 25 de julio de 1969, bajo la consigna de “crecimiento sin asimilación”. Marcha que se celebró contra viento y marea. Muñoz Marín se oponía; Rafael Hernández Colón la respaldaba. Y los jóvenes, con Ronny entre ellos, se impusieron con dignidad.

Desde entonces, se destacó como uno de los talentos jóvenes más brillantes del Partido Popular. Llegó segundo en un concurso de oratoria juvenil en 1970—algo que mi abuelo nunca dejó de recordarle en tono de broma. Perdió ante Papo Vázquez, y como dejó escrito Hernández Colón, Ronny alegaba, medio en serio y medio en chiste, que perdió porque Papo llevó una claque que lo aplaudía más duro. Los vi reírse de eso, años después, en una actividad de la Juventud Popular.

En 1972, Ronny aspiró con éxito a representante por acumulación, posición que ocupó hasta retirarse en 1992. Obtuvo el respaldo de su caucus para presidir la Cámara en tres ocasiones, aunque en la primera no prosperó, y es el único, desde Ernesto Ramos Antonini, que ha presidido el cuerpo por dos términos consecutivos.

Mi abuelo decía que Ronny tenía el don de la palabra como pocos, y que tenía madera de gobernador. Y aunque no ocupó ese cargo, lo que sí ocupó fue un lugar permanente en la historia de nuestro país.

Yo conocí a Ronny en los pasillos del Capitolio, cuando tenía apenas 13 años. A pesar de mi edad, nunca me trató como a un nene. Me hablaba como se habla entre adultos: con respeto, con afecto, y con propósito. Lo recuerdo en cada actividad popular, con su saludo animado y ese verbo encendido que le salía del alma.

A su familia, les ofrezco mi más sentido pésame. A sus amigos, mi abrazo fraterno.  Que el legado de Ronny no sea solo un recuerdo en los pasillos del Capitolio, sino una fuerza que nos inspire a ser mejores oradores, mejores pensadores, mejores personas de estado.

Descansa en paz, Ronny'. 

###